CUALIDAD FÍSICA 4



P 1
INFORMACIÓN
2
IMPACTO
3
MOTIVACIÓN
4
ENTRETENIMIENTO
C 1
VOLUMEN
2
VELOCIDAD
3
TONO DE VOZ
4
PRONUNCIACIÓN
5
PRESENCIA
6
POSTURA
7
ADEMANES
A 1
INTRODUCCIÓN
2
CONCLUSIÓN
3
DESARROLLO

T
TIEMPO

1. FLEXIBILIDAD DE LA LENGUA

Si ese ha sido el problema, tenlo en cuenta y haz los ejercicios para darle más flexibilidad a tu lengua. ¡Pero no exageres cuando hables en público!

Expresiones exactas impiden malentendidos

A veces la pronunciación no se entiende, no porque el orador no tenga capacidad para pronunciar correctamente, sino porque su lengua no tiene suficiente elasticidad.

Practica jugar con la punta de la lengua de manera que parezca un látigo. El secreto está en la punta. Enrróllala hacia arriba y hacia abajo como mordiéndola muy suavemente, golpea los lados de la boca por el interior, sacúdela hacia fuera. La idea es que se ponga flexible.

Muerde un lápiz con los dientes delanteros, a manera de freno de caballo, y practica lectura en voz alta procurando expresar las palabras lo más perfectamente posible, a pesar de la traba.

No significa que debas hablar de esa manera en público. Es solo un ejercicio que debes hacer en privado. Algunos lo toman ten en serio que comienzan a hablar de esa manera en público. Pero sus oyentes seguramente pierden la concentración a cada rato, distraídos, observando los extraños movimientos de su boca. No hagas eso.

Lo mismo aplicaría si te dedicaras a la locución en off. Porque aunque no te vieran, fácilmente imaginarían los exagerados y ridículos movimientos de tu boca.

2. FLEXIBILIDAD DE LOS LABIOS

Si ese ha sido el problema, eso ayudará.

¿Será que la falta de flexibilidad de tus labios esté contribuyendo a expresar incorrecta de los sonidos?

Un ejercicio que podría ayudar consiste en Introducirlos suavemente en la boca y sacarlos, proyectándolos hacia afuera, como dando un beso exagerado. Pero hazlo una y otra vez a toda velocidad, sobando suavemente los dientes.

Otro es imitar movimientos exagerados, como masticando un enorme chicle. También frunciendo los labios hacia los lados. Otro es abriendo la boca exageradamente, de par en par, y luego dejando caer la mandíbula, completamente relajada.

Lógicamente, puedes combinar estos ejercicios con los anteriores y después realizar tus prácticas de lectura en voz alta. 

3. LECTURA EN VOZ ALTA

Si ese ha sido el problema, tenlo en cuenta y ponle el interés que merece. ¡Te aseguro de que te arrepentirás! ...de tu manera de leer anterior.

¿Lees con fluidez? ¿O te atascas, tropiezas, te equivocas a menudo?

Podría deberse a problemas con las vista. Pero si ese no fuera el caso, tiene que ver con la poca práctica. Tal vez nunca superaste el modo de leer del escolar que solo lo hace por cumplir con el maestro, no porque le guste la lectura.

En tal caso, ya es tiempo de que pases al siguiente nivel, te liberes del estilo del niño que lee con dificultad y comiences a leer con la destreza de alguien que tiene mucha educación.

No te ofendas, no estoy diciendo que no tengas educación. Quiero decir que si lees con la dificultad de un principiante, esa es la imagen que proyectarás, la de un jovencito inexperto. ¿Crees que con eso persuadirás a un auditorio repleto de ejecutivos y empresarios bien plantados? ¡Nequáquam!

Tienes que practicar hasta alcanzar la destreza de alguien que domina la lectura en voz alta, la lectura interpretativa.

Consiste en leer de manera que no parezca que estás leyendo. Es lo más difícil, pero sería tu graduación como lector público.

Si te atascas al leer en voz alta, debes comenzar cuanto antes a practicar. Porque la fluidez y la lectura interpretativa no es otra cosa que el fruto de la práctica constante.

4. IDIOMA

Si ese ha sido el problema, tenlo en cuenta y acostúmbrate, por lo menos, a consultar un diccionario académico.

¿Debes mostrar más cuidado al usar el idioma?

La mayoría termina su educación básica a los cuatro o cinco años de edad. Después de eso, todo es casi una repetición de lo mismo, pero con otros marcos de circunstancias. Por eso se dice que la ética se aprende en el hogar.

A los cuatro años, un niño comienza a decir: "No me trajistes mi regalo", producto de una mala interpretación del sonido de "trajiste". ¿Cómo pronunciará después de 20 años si nunca hizo nada por modificar su patrón de dicción? Habrá quedado permanentemente afectado por una mala pronunciación. ¿Quién podrá corregirlo?

Solo hay una persona que podría ayudarte a corregir todos tus problemas de pronunciación y uso del idioma: TÚ.

Hay un dicho antiguo. citado por Vicente Vega en sus Citas Célebres: "Gramático puro, asno puro".

Hay que reconocer con modestia que a nadie le aprovecha perder el tiempo criticando a las personas cada vez que una palabra le suena mal, ya que tal vez, antes de lo que imagina, podría verla plasmada en el Diccionario de la Academia.

Así sucedió con "enantes".  Hubo un tiempo en que se la consideraba poco menos que un escándalo. Pero nos guste o no, ahora el Diccionario la incluye. Ocurre lo mismo con  "recién" y tantas otras expresiones.




No obstante, es importante que estudies el idioma, su gramática, ortografía y semántica. No tienes que profundizar mucho para incrementar tu bagaje cultural. Solo procura aprender lo básico, lo elemental, lo esencial, lo que te dará más imagen de persona culta y educada.

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