CUALIDAD FÍSICA 7



P 1
INFORMACIÓN
2
IMPACTO
3
MOTIVACIÓN
4
ENTRETENIMIENTO
C 1
VOLUMEN
2
VELOCIDAD
3
TONO DE VOZ
4
PRONUNCIACIÓN
5
PRESENCIA
6
POSTURA
7
ADEMANES
A 1
INTRODUCCIÓN
2
CONCLUSIÓN
3
DESARROLLO

T
TIEMPO

Si tienes que trabajar en ADEMANES, es porque debes mejorar en uno o más de estos aspectos:

1. ENFÁTICOS

Si ese ha sido el problema, tenlo en cuenta para la próxima vez y ponle un poco más de energía a tus movimientos enfáticos.

Sin energía, nada funciona

¿Debes poner más énfasis en tus ademanes? ¿O quizás menos? ¿Qué es un ademán enfático?

Un ademán enfático es un ademán enérgico. Por tanto, transmite energía y vigor al oyente.

El ademán enfático no es débil ni pusilánime. Es firme y poderoso. Por eso también transmite convicción.

Si tus oyentes no ven ademanes enfáticos, tampoco sentirán tu convicción, y si no sienten tu convicción, ¿cómo esperas convencerlos? ¡Imposible! Para convencer a alguien, primero tienes que tener una fuerte convicción interior, y eso se reflejará fácilmente en tus movimientos.

No estoy diciendo que hagas aspavientos, es decir, movimientos ampulosos y exagerados. Esa clase de movimientos podría enviar señales equivocadas de falta de experiencia, afán de figuración y egolatría o una total falta de respeto. Los movimientos amplios solo se justificarían en un estadio enorme donde no te verían si no te mueves un poco más, o en uno donde no hay cámaras que amplíen la imagen. Si hay cámaras, los movimientos muy amplios no serían necesarios.

Por otro lado, si tus movimientos son flojos y débiles, incompletos e indefinidos, no convencerás a nadie. Te lo garantizo.

Inyecta vigor y precisión con ademanes enfáticos, pero no abuses de ellos. En oratoria, la exageración en los ademanes podría interpretarse como falta de naturalidad.

2. DESCRIPTIVOS

Si ese ha sido el problema, tenlo en cuenta la próxima vez y describe mejor las cosas que dices.

Si tus oyentes no imaginan nada, 
no retendrán mucha información.  

¿Deberías describir mejor las imágenes mentales que mencionas durante tu discurso?

Nadie puede ver lo que hay en tu mente. Es un hecho. Entonces, ¿cómo puedes transmitir las imágenes que hay en tu mente a la mente de tus oyentes? Solo hay una manera: Especificando los detalles, usando tu tono de voz y tus ademanes descriptivos.

Un ademán descriptivo describe o dibuja formas, tamaños, distancias, movimientos y acciones en el aire. El efecto inmediato es que activas la pantalla de la imaginación que hay en la mente del oyente, haciéndole ver lo que estás pensando. Es como si materializaras algo en su mente.

No te recomiendo ensayar frente a un espejo. Eso te convertiría en un robot. Con un espejo tus ademanes se volverían mecánicos y fríos. Se notaría que ensayaste los movimiento, y eso no ayudaría a la persuasión.

Es mejor usar una sombra y ensayar mirando las figuras. Las sombras servirán para que tomes conciencia de la gran cantidad de diferentes formas, tamaños, distancias, movimientos y acciones que tus manos pueden hacer.


3. GESTOS EFICACES

Si algunos de estos ha sido el problema, tenlos en cuenta la próxima vez y usa tus gestos con mayor propiedad y eficacia.

¿Debes controlar un poco mejor tus gestos? ¿Estás sobreactuando y exagerando? O por contrario, ¿estás flácido y carente de gestos expresivos?

Un ademán o gesto es lo mismo: El movimiento del cuerpo que expresa una emoción o sensación. Una reacción corporal ante algo que siente por dentro.

Pero en Oratorianet.com siempre hemos hecho la salvedad de que los consideramos diferentes, a fin de darles atención por separado. Por eso, aquí consideramos los ademanes como movimientos de las manos, y los gestos como movimientos del rostro.

Si abro un frasco que contiene un olor desagradable y lo acerco a tu nariz, ¿no reaccionarás con un gesto de asco? ¡Por supuesto! No puedes quedarte inmóvil. Y si te doy la sorpresa de tu vida, ¿no se abrirán tus ojos de par en par, se dibujará una enorme sonrisa en tu boca y saltarás de alegría? ¡Por supuesto!

¿Has sentido cómo una leve brisa fría es capaz de ponerte los pelos de punta? Tus brazos se erizan y reaccionan automáticamente, sobándose mutuamente.

Aquí la palabra clave para entender los gestos es "automáticamente". Los gestos reaccionan inmediatamente antes cualquier emoción o sensación interior.

Lamentablemente, hay rostros de piedra que no se mueven ante un terremoto. Esa es una gran desventaja en oratoria. Porque los gestos, al igual que los ademanes, comunican imágenes mentales. Un discurso sin ejemplos es un discurso cadáver. Lo mismo puede decirse de un orador sin gestos.

Por otro lado, debes evitar la exageración o sobreactuación. La desventaja de exagerar es que el público suele asociarlo con la niñez, con la falta de experiencia y madurez. Está bien hacer gestos naturales, que reaccionan ante los estímulos de la imaginación. Pero como todo en la vida, hay que ponerlos bajo control.

4. ¿Ningún ademán?

Así es. A veces es mejor no hacer ningún ademán. Algunos oradores hacen ademanes al ritmo de sus labios. No paran de moverse. Tan pronto como abren la boca, hacen un ademán, como si moverse por moverse fuese lo importante.

Bueno, la verdad es que no tienes para qué hacer un ademán por cada palabra. Prueba hacer ademanes descriptivos o enfáticos cuando la expresión lo amerite. En todo otro caso, no es necesario. Repito: A veces es mejor no hacer ningún ademán.

Al igual que con los ademanes, los gestos también pueden catalogarse de enfáticos y descriptivos. Pero debes evitar los extremos, tanto de parecer una roca como de parecer un niño hiperactivo.*

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